El pasado quince de abril quedaron registradas las planillas de todos los partidos políticos que habrán de contender en las próximas elecciones del 5 de julio de 2009, para la elección de presidentes municipales y diputaciones locales y federales.
Es sorprendente ver como en algunos partidos políticos, sobre todo los que han detentado el poder en los últimos años, se sigue incurriendo en el nepotismo, el cacicazgo, el compadrazgo, el madruguete y en la vergonzante disciplina de sus militantes para la integración de las planillas.
Es vergonzoso y hasta bochornoso presenciar las imposiciones de hijos, sobrinos, hermanos o amantes en la integración de las planillas, sin recato ni respeto alguno a los viejos militantes ni a la misma sociedad.
Pero más sorprende la pasividad social y la indiferencia ciudadana, ante la falta de representatividad de quienes integran los cabildos o las estructuras del gobierno.
Al igual que pregunto a usted señor (a) lector (a), he venido preguntando a hoteleros, comerciantes, restauranteros, campesinos, asociaciones gremiales, universitarios y ciudadanos en común, si en las dos últimas administraciones han tenido quien represente sus intereses en el cabildo y la respuesta ha sido, por unanimidad, “NO”.
La realidad es que los partidos quedaron completamente al margen de los derechos y los intereses sociales. Es tan así, que quienes conforman las estructuras de gobierno responden más a los intereses de sus padrinos políticos de partido que a los intereses de la estructura social.
Por eso me sorprendió que, en una práctica casi inusual, un partido político como el PRD haya dejado abierto el espacio a candidatos del movimiento ciudadano de Puerto Vallarta, encabezado por universitarios como Max Lomelí, Armando Soltero; hoteleros como Abel Villa y Oscar Rivero; lideres sociales como Fidencio Hernández y María Candelaria Celis; lideres de opinión como la periodistas Susana Carreño; lideres gremiales como Pedro Parada y otros ciudadanos más que verdaderamente representan los intereses de amplios sectores de nuestra sociedad.
Veo, en lo personal, con mucho agrado que esta planilla, integrada fundamentalmente en su mayoría por ciudadanos como usted y como yo, representa una verdadera opción electoral para sentirnos en el futuro verdaderamente representados y con la confianza de ver salvaguardados los intereses de nuestros hijos, de nuestras familias y de esta ciudad que es nuestro único patrimonio colectivo.
Me complace ver que por primera vez estarían representados en el gobierno municipal todos los sectores de la sociedad; desde los empresarios hasta los campesinos, los universitarios, los profesionistas y los sectores más marginados de la sociedad.
Por primera vez tendríamos un gobierno que recurriría al respaldo de las comunidades científicas; que tomaría en cuenta las opiniones técnicas y ciudadanas para la toma adecuada de decisiones en materia de manejo de la basura, de políticas municipales pertinentes para el desarrollo urbano, de desarrollo económico, turístico y medioambiental, pero, sobre todo, de verdaderas acciones para preservar la seguridad y la integridad de todos los que vivimos en Puerto Vallarta.
El futuro está en sus manos; está en nuestras manos. Hoy tenemos pocas opciones, o volvemos a lo mismo, o nos atrevemos a buscar la mejor alternativa de entre las mejores propuestas para estas próximas elecciones.
Es sorprendente ver como en algunos partidos políticos, sobre todo los que han detentado el poder en los últimos años, se sigue incurriendo en el nepotismo, el cacicazgo, el compadrazgo, el madruguete y en la vergonzante disciplina de sus militantes para la integración de las planillas.
Es vergonzoso y hasta bochornoso presenciar las imposiciones de hijos, sobrinos, hermanos o amantes en la integración de las planillas, sin recato ni respeto alguno a los viejos militantes ni a la misma sociedad.
Pero más sorprende la pasividad social y la indiferencia ciudadana, ante la falta de representatividad de quienes integran los cabildos o las estructuras del gobierno.
Al igual que pregunto a usted señor (a) lector (a), he venido preguntando a hoteleros, comerciantes, restauranteros, campesinos, asociaciones gremiales, universitarios y ciudadanos en común, si en las dos últimas administraciones han tenido quien represente sus intereses en el cabildo y la respuesta ha sido, por unanimidad, “NO”.
La realidad es que los partidos quedaron completamente al margen de los derechos y los intereses sociales. Es tan así, que quienes conforman las estructuras de gobierno responden más a los intereses de sus padrinos políticos de partido que a los intereses de la estructura social.
Por eso me sorprendió que, en una práctica casi inusual, un partido político como el PRD haya dejado abierto el espacio a candidatos del movimiento ciudadano de Puerto Vallarta, encabezado por universitarios como Max Lomelí, Armando Soltero; hoteleros como Abel Villa y Oscar Rivero; lideres sociales como Fidencio Hernández y María Candelaria Celis; lideres de opinión como la periodistas Susana Carreño; lideres gremiales como Pedro Parada y otros ciudadanos más que verdaderamente representan los intereses de amplios sectores de nuestra sociedad.
Veo, en lo personal, con mucho agrado que esta planilla, integrada fundamentalmente en su mayoría por ciudadanos como usted y como yo, representa una verdadera opción electoral para sentirnos en el futuro verdaderamente representados y con la confianza de ver salvaguardados los intereses de nuestros hijos, de nuestras familias y de esta ciudad que es nuestro único patrimonio colectivo.
Me complace ver que por primera vez estarían representados en el gobierno municipal todos los sectores de la sociedad; desde los empresarios hasta los campesinos, los universitarios, los profesionistas y los sectores más marginados de la sociedad.
Por primera vez tendríamos un gobierno que recurriría al respaldo de las comunidades científicas; que tomaría en cuenta las opiniones técnicas y ciudadanas para la toma adecuada de decisiones en materia de manejo de la basura, de políticas municipales pertinentes para el desarrollo urbano, de desarrollo económico, turístico y medioambiental, pero, sobre todo, de verdaderas acciones para preservar la seguridad y la integridad de todos los que vivimos en Puerto Vallarta.
El futuro está en sus manos; está en nuestras manos. Hoy tenemos pocas opciones, o volvemos a lo mismo, o nos atrevemos a buscar la mejor alternativa de entre las mejores propuestas para estas próximas elecciones.
LAS PLANILLAS MUNICIPALES Y EL FUTURO DE PUERTO VALLARTA
Javier Orozco Alvarado
Rector del Centro Universitario de la Costa
Doctor en Economía Internacional y Desarrollo Económico
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Javier Orozco Alvarado
Rector del Centro Universitario de la Costa
Doctor en Economía Internacional y Desarrollo Económico
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
No hay comentarios:
Publicar un comentario